Después de la conversación con R, quedé confundida y no sabía que hacer, como mencioné antes, las cosas con F ya no eran igual que al principio y empezamos a descuidar la relación.
Una tarde decidí llamarle a F, quería verlo y aclarar las cosas que había en mi cabeza, hacer un último esfuerzo por lo que se estaba yendo al carajo, así que marqué su número y sostuvimos la siguiente conversación:
F: Hola Itzel
(palabra clave Itzel, F siempre me decía Nena)
Yo: Hola, oye podrías venir a mi casa? Quiero verte.
F: A tu casa? uhhhh creo que no me es posible por ahora
Yo: Ah ok cuándo puedes??
F: No sé Itzel, no sé cuando pueda, mira, es que lo que pasa es que tengo que decirte algo, pero no quiero hacerlo por teléfono.
Yo: Quieres terminar conmigo verdad??
F: No podemos discutirlo por teléfono, entiende
Yo: No, no te preocupes, entiendo déjalo así, hasta luego.
F: Un día de estos voy a tu casa y hablamos. Bye.
Colgamos y yo me quedé triste y hasta podría decirse que un tanto frustrada, pero a la vez aliviada y pensaba en que podría darme una oportunidad con R.
Sin embargo pasaron al rededor de dos meses después de que había hablado con R y un mes de que había terminado con F y no pasaba nada, R y yo no halábamos, yo no me atrevía a hablarle después de que le dije que no le daría una oportunidad y él no sé.
Para entonces se acercaba el cumpleaños de mi amiga, la hermana de R y planteábamos ir al parque zoológico de mi ciudad, invitamos a todos los nuestros amigos y claro esta, estaba invitado R. Así fue el día del cumpleaños íbamos todos, como de día de campo, parecíamos niños, subiéndonos a los juegos, viendo a los animales, etc. Eramos muchos y no había mucho margen para que R y yo pudiéramos acercarnos. Sin embargo se dio la oportunidad, en el Noctunario (el lugar dónde están los murciélagos y esta obscuro) el me tomó de la mano y salimos de ahí tomados de la mano, fue un lenguaje sin palabras, jugamos con los dedos, volteábamos a vernos y nos poníamos rojos ante las burlas de nuestros amigos. El primero en hablar fue él:
R: ¿Ya no tienes novio verdad?
Yo: Cómo sabes?
R: Oh! Curiosa, solo lo sé
Yo: No, no tengo
R: Que bueno!
Yo: ...
R: Ahora si serás mi novia?
Yo: No lo sé.
R: Cómo que no sabes?!!?
Yo: Pues no sé (con cara se pillo y una sonrisa enorme)
R: Ok. y cuándo vas a saber
Yo: dentro de poco, espera... (y le di un beso)
Después del beso cada quien se fue por su lado, el regreso al lado de sus amigos y yo al lado de mis amigas y después todos juntos regresamos a nuestras respectivas casas.
Al día siguiente, me lo topé en la calle y me dijo:
R: Ya me vas a decir que si??
Yo: Si.
Y así empezamos a ser novios, todo iba muy bien, platicáramos, reíamos, nos besábamos hasta cansarnos, todo era perfecto, excepto por el pequeño detalle de que nuestra relación era clandestina porque Mi madre lo detestaba, y su familia no quería que el y yo fuéramos novios, como si de antemano supieran que algo iba a terminar mal.
A unos cuantos días de ser novios formales pero clandestinos, él me dio una noticia, dijo que todo estaba listo para irse a Estados Unidos, y yo obviamente estaba más que confundida, le pregunte que porqué, que cuándo y que porque no había dicho nada. Me dijo que no estaba seguro de que tendría que irse, pero que no tenía trabajo y que en ese momento era su única alternativa. Durante ese tiempo solo halábamos de que sucedería con nosotros, como sería estar lejos, hubo promesas acerca de que al volver él retomaríamos nuestra relación, que incluso no aunque el estuviera lejos seguiríamos siendo novios y hasta planes para casarnos había, en ese entonces el tenía 21 años y yo 18, el quería que yo terminara mi carrera y el dijo q ahorraría para nuestro futuro.
Un día antes de que R se fuera, pasamos todo el día juntos y fue uno de los mejores días que he tenido, yo no sabía que él se iría al día siguiente, creo que ni él lo sabia. El día que se fue yo fui a su casa, quería estar con él durante el mayor tiempo posible, iba a invitarlo a salir, toqué la puerta y abrió su hermano.
Hermano de R: Hola
Yo: Hola, se encuentra R?
Hermano de R: No, no está
Yo: Sabes como a que hora regresa?
Hermano de R: (haciendo un ademán de ver un reloj inexistente en su muñeca izquierda) Uhh como dentro de tres años.
Yo: (Con la voz entrecortada por el llanto inminente) Eh? mmm... Bueno, ok, gracias.
Regresé a mi casa a llorar a moco tendido, no podía creer que R se hubiera ido sin despedirse,m sin decir nada, lloré y lloré hasta que me cansé y me quede dormida, cuando deperté era de noche y una de las hermanas de R había ido a buscarme, me explicó que él no había querido despedirse de mí, porque le hubiera sido más difícil irse,que dejaba dicho que me amaba y que volvería pronto.
No supe de él hasta una semana después de su partida, llamó por teléfono y así fue cada semana durante los primeros meses que estuvo allá. Pero después dejo de llamar y...
Una tarde decidí llamarle a F, quería verlo y aclarar las cosas que había en mi cabeza, hacer un último esfuerzo por lo que se estaba yendo al carajo, así que marqué su número y sostuvimos la siguiente conversación:
F: Hola Itzel
(palabra clave Itzel, F siempre me decía Nena)
Yo: Hola, oye podrías venir a mi casa? Quiero verte.
F: A tu casa? uhhhh creo que no me es posible por ahora
Yo: Ah ok cuándo puedes??
F: No sé Itzel, no sé cuando pueda, mira, es que lo que pasa es que tengo que decirte algo, pero no quiero hacerlo por teléfono.
Yo: Quieres terminar conmigo verdad??
F: No podemos discutirlo por teléfono, entiende
Yo: No, no te preocupes, entiendo déjalo así, hasta luego.
F: Un día de estos voy a tu casa y hablamos. Bye.
Colgamos y yo me quedé triste y hasta podría decirse que un tanto frustrada, pero a la vez aliviada y pensaba en que podría darme una oportunidad con R.
Sin embargo pasaron al rededor de dos meses después de que había hablado con R y un mes de que había terminado con F y no pasaba nada, R y yo no halábamos, yo no me atrevía a hablarle después de que le dije que no le daría una oportunidad y él no sé.
Para entonces se acercaba el cumpleaños de mi amiga, la hermana de R y planteábamos ir al parque zoológico de mi ciudad, invitamos a todos los nuestros amigos y claro esta, estaba invitado R. Así fue el día del cumpleaños íbamos todos, como de día de campo, parecíamos niños, subiéndonos a los juegos, viendo a los animales, etc. Eramos muchos y no había mucho margen para que R y yo pudiéramos acercarnos. Sin embargo se dio la oportunidad, en el Noctunario (el lugar dónde están los murciélagos y esta obscuro) el me tomó de la mano y salimos de ahí tomados de la mano, fue un lenguaje sin palabras, jugamos con los dedos, volteábamos a vernos y nos poníamos rojos ante las burlas de nuestros amigos. El primero en hablar fue él:
R: ¿Ya no tienes novio verdad?
Yo: Cómo sabes?
R: Oh! Curiosa, solo lo sé
Yo: No, no tengo
R: Que bueno!
Yo: ...
R: Ahora si serás mi novia?
Yo: No lo sé.
R: Cómo que no sabes?!!?
Yo: Pues no sé (con cara se pillo y una sonrisa enorme)
R: Ok. y cuándo vas a saber
Yo: dentro de poco, espera... (y le di un beso)
Después del beso cada quien se fue por su lado, el regreso al lado de sus amigos y yo al lado de mis amigas y después todos juntos regresamos a nuestras respectivas casas.
Al día siguiente, me lo topé en la calle y me dijo:
R: Ya me vas a decir que si??
Yo: Si.
Y así empezamos a ser novios, todo iba muy bien, platicáramos, reíamos, nos besábamos hasta cansarnos, todo era perfecto, excepto por el pequeño detalle de que nuestra relación era clandestina porque Mi madre lo detestaba, y su familia no quería que el y yo fuéramos novios, como si de antemano supieran que algo iba a terminar mal.
A unos cuantos días de ser novios formales pero clandestinos, él me dio una noticia, dijo que todo estaba listo para irse a Estados Unidos, y yo obviamente estaba más que confundida, le pregunte que porqué, que cuándo y que porque no había dicho nada. Me dijo que no estaba seguro de que tendría que irse, pero que no tenía trabajo y que en ese momento era su única alternativa. Durante ese tiempo solo halábamos de que sucedería con nosotros, como sería estar lejos, hubo promesas acerca de que al volver él retomaríamos nuestra relación, que incluso no aunque el estuviera lejos seguiríamos siendo novios y hasta planes para casarnos había, en ese entonces el tenía 21 años y yo 18, el quería que yo terminara mi carrera y el dijo q ahorraría para nuestro futuro.
Un día antes de que R se fuera, pasamos todo el día juntos y fue uno de los mejores días que he tenido, yo no sabía que él se iría al día siguiente, creo que ni él lo sabia. El día que se fue yo fui a su casa, quería estar con él durante el mayor tiempo posible, iba a invitarlo a salir, toqué la puerta y abrió su hermano.
Hermano de R: Hola
Yo: Hola, se encuentra R?
Hermano de R: No, no está
Yo: Sabes como a que hora regresa?
Hermano de R: (haciendo un ademán de ver un reloj inexistente en su muñeca izquierda) Uhh como dentro de tres años.
Yo: (Con la voz entrecortada por el llanto inminente) Eh? mmm... Bueno, ok, gracias.
Regresé a mi casa a llorar a moco tendido, no podía creer que R se hubiera ido sin despedirse,m sin decir nada, lloré y lloré hasta que me cansé y me quede dormida, cuando deperté era de noche y una de las hermanas de R había ido a buscarme, me explicó que él no había querido despedirse de mí, porque le hubiera sido más difícil irse,que dejaba dicho que me amaba y que volvería pronto.
No supe de él hasta una semana después de su partida, llamó por teléfono y así fue cada semana durante los primeros meses que estuvo allá. Pero después dejo de llamar y...
**Lo siento se que dije que este sería el último capitulo pero, sería demasiado extenso, mejor el desenlace lo dejo para la semana entrante.**